No fueron las brujas las que ardieron.
Fueron mujeres.
Mujeres que fueron vistas como
Muy hermosas
Demasiado francas.
Tenían demasiada agua en el pozo (sí, en serio)
Que tenían una marca de nacimiento.
Mujeres que eran demasiado hábiles con la medicina herbal.
Que si porque eran demasiado altas.
Muy silenciosas.
Porque tenian su cabello demasiado rojo.
Mujeres que tenían una fuerte conexión con la naturaleza.
Mujeres que bailaban.
Mujeres que cantaban
o que hacían cualquier otra cosa, de verdad.
CUALQUIER MUJER CORRÍA PELIGRO DE SER QUEMADA EN LOS MIL SEISCIENTOS.
Las hermanas testificaron y se enfrentaron entre sí cuando sus bebés eran sumergidos bajo hielo.
Los niños fueron torturados para que confesaran sus experiencias con las "brujas" al ser ejecutados en hornos.
Las mujeres fueron mantenidas bajo el agua y si flotaban, eran culpables y ejecutadas.
Si se hundían y se ahogaban, eran inocentes.
Las mujeres fueron arrojadas por los acantilados.
A las mujeres las metieron en agujeros profundos en el suelo.
El inicio de esta locura fueron años de hambruna, guerra entre religiones y mucho miedo.
Las iglesias decían que las brujas, los demonios y el diablo existían y que las mujeres no eran más que problemas.
Como vemos incluso hoy en día, a menudo se crea un chivo expiatorio, y el caos se intensificó en Suecia cuando la Biblia se convirtió en ley y todo lo que no se alineaba con lo que decía la iglesia se volvió letal.
El fanatismo bíblico mató a miles de mujeres.
Todo lo relacionado con una mujer se volvió temido, especialmente su sexualidad. Se etiquetó como oscuro y peligroso y fue el núcleo de los juicios de brujas en todo el mundo.
¿Por qué escribo esto?
Porque creo que el uso de las palabras es importante, especialmente cuando estamos trabajando para sacar a la superficie estas historias turbias, reprimidas y olvidadas.
Porque conocer nuestra historia es importante cuando construimos el nuevo mundo.
Cuando estamos haciendo el trabajo de sanación de nuestros linajes como mujeres.
Darles voz a las mujeres que fueron asesinadas, darles reparación y una oportunidad de paz.
No fueron las brujas las que ardieron.
Fueron mujeres.
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